Un show por demás emotivo se vivió el viernes en Cerveza Club, porque retomaron protagonismo en escena aquellas viejas canciones de los inicios de la banda e hicieron emocionar a más de uno, de la mano de un público que es cada vez más fiel y efusivo.
Era la una de la mañana cuando en la pantalla de video de Cerveza Club apareció la imagen de Galtieri del año 1982, dando “el” discurso ante una Plaza de Mayo repleta (la misma que alguna vez fue escenario de un show en homenaje a ex combatientes por AguaLocA).
“Si quieren venir que vengan... les presentaremos batalla...” y la ovación generalizada dieron paso a un cachetazo del tiempo con los primeros acordes de “Sapucay”, para que el piso y las paredes se muevan, y el pogo más efusivo pero sincero y afectuoso se corporizara, mientras se sucedían las desgarradores imágenes de la película “Iluminados por el Fuego”, porque se siente la trayectoria de “El Pela” y compañía cuando se mueven por el escenario adueñándose y tomando posesión del lugar.
Muchas sorpresas en este viernes. La primera fue cuando sonaron los primeros acordes de “Pasajeros” (si!!! el I !!!) y se prendieron las luces para ver al cantante lejos del micrófono y con acústica, y en su sitio estaba Andrea, la tecladista, sorprendiendo a todos, inclusive a sus propios compañeros que se miraban con gestos de aprobación y complicidad.
Con una voz más que dulce, pero filosa a la vez comentaba en la verdad de sus palabras que este tema debe tener más de 8 años y hacía como 5 que la banda de Laferrere no lo tocaba en vivo.
Le siguió el hitero “Este Mar”, visiblemente adoptado por los fans, y otro gusto rememorando al pasado fue “La Sirenita”, para que algunos viejos amigos sintieran una emoción que los empujó al pogo más rabioso, con los ojos rojos, al borde de las lagrimas.
Con la alegría visible en la cara de los que se acercaron hasta el local de Ramos (mentiroso casi San Justo), lo que siguió fue una poderosa versión de “Mañana en el Abasto”, de Sumo, lo cual fue raro porque esta no es una banda que se caracterice por hacer covers, pero cuando los tocan algo pasa en la atmósfera, se palpa y se siente, hay que estar allí para saberlo.
Al final del primer tiempo, Roberto Flores con un solo de guitarra en versión acústica del tema “Si estuvieras acá” con letra típica de AguaLocA, con todos sus condimentos, locura, realidad y pasión, por nombrar solo algunos.
El segundo acústico lo cantó la gente y nos puso la piel de gallina, porque “Ella hace los deberes” ya es de ellos, es así, “El Pelado”solo los acompañó de a ratos con notas simples, pero el tema es de la gente.
Arrancó el segundo tiempo bien arriba y a saltar: “Romance sin final”, fue el encargado de volver al agite con su intro endiablada y murguera. Otro punto de antología fue “Pasajeros II”, sin palabras, y “El Inútil” con el pogo sin música con el cantante entre la gente confundido como uno más.
Fueron 17 temas, 17 emociones distintas. Que bueno es ver cada tanto una banda que se destaque del resto, pero no por virtuosismos individuales, sino por ser una bola, una mezcla de sonidos y sentimientos, porque cuentan con la rabia y el desparpajo del punk-rock, la sencillez y la emotividad de la canción, que llega a colarse en tus venas y le grita a tu alma que reaccione de una vez, como una poesía, netamente callejera, pero que se nota que es vivida y no inventada, por eso AguaLocA se roba tu corazón, porque tiene agite, tenacidad y locura, porque es la banda de rock under.
Era la una de la mañana cuando en la pantalla de video de Cerveza Club apareció la imagen de Galtieri del año 1982, dando “el” discurso ante una Plaza de Mayo repleta (la misma que alguna vez fue escenario de un show en homenaje a ex combatientes por AguaLocA).
“Si quieren venir que vengan... les presentaremos batalla...” y la ovación generalizada dieron paso a un cachetazo del tiempo con los primeros acordes de “Sapucay”, para que el piso y las paredes se muevan, y el pogo más efusivo pero sincero y afectuoso se corporizara, mientras se sucedían las desgarradores imágenes de la película “Iluminados por el Fuego”, porque se siente la trayectoria de “El Pela” y compañía cuando se mueven por el escenario adueñándose y tomando posesión del lugar.
Muchas sorpresas en este viernes. La primera fue cuando sonaron los primeros acordes de “Pasajeros” (si!!! el I !!!) y se prendieron las luces para ver al cantante lejos del micrófono y con acústica, y en su sitio estaba Andrea, la tecladista, sorprendiendo a todos, inclusive a sus propios compañeros que se miraban con gestos de aprobación y complicidad.
Con una voz más que dulce, pero filosa a la vez comentaba en la verdad de sus palabras que este tema debe tener más de 8 años y hacía como 5 que la banda de Laferrere no lo tocaba en vivo.
Le siguió el hitero “Este Mar”, visiblemente adoptado por los fans, y otro gusto rememorando al pasado fue “La Sirenita”, para que algunos viejos amigos sintieran una emoción que los empujó al pogo más rabioso, con los ojos rojos, al borde de las lagrimas.
Con la alegría visible en la cara de los que se acercaron hasta el local de Ramos (mentiroso casi San Justo), lo que siguió fue una poderosa versión de “Mañana en el Abasto”, de Sumo, lo cual fue raro porque esta no es una banda que se caracterice por hacer covers, pero cuando los tocan algo pasa en la atmósfera, se palpa y se siente, hay que estar allí para saberlo.
Al final del primer tiempo, Roberto Flores con un solo de guitarra en versión acústica del tema “Si estuvieras acá” con letra típica de AguaLocA, con todos sus condimentos, locura, realidad y pasión, por nombrar solo algunos.
El segundo acústico lo cantó la gente y nos puso la piel de gallina, porque “Ella hace los deberes” ya es de ellos, es así, “El Pelado”solo los acompañó de a ratos con notas simples, pero el tema es de la gente.
Arrancó el segundo tiempo bien arriba y a saltar: “Romance sin final”, fue el encargado de volver al agite con su intro endiablada y murguera. Otro punto de antología fue “Pasajeros II”, sin palabras, y “El Inútil” con el pogo sin música con el cantante entre la gente confundido como uno más.
Fueron 17 temas, 17 emociones distintas. Que bueno es ver cada tanto una banda que se destaque del resto, pero no por virtuosismos individuales, sino por ser una bola, una mezcla de sonidos y sentimientos, porque cuentan con la rabia y el desparpajo del punk-rock, la sencillez y la emotividad de la canción, que llega a colarse en tus venas y le grita a tu alma que reaccione de una vez, como una poesía, netamente callejera, pero que se nota que es vivida y no inventada, por eso AguaLocA se roba tu corazón, porque tiene agite, tenacidad y locura, porque es la banda de rock under.
AguaLocA Rock
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